March 6, 2014 | Posted in: POLITICA EXTERIOR
Este gobierno de los Castro con representación local en Venezuela ha pasado por épocas realmente belicosas en materia de relaciones internacionales. Es muy cubano en eso. Si no pelea directamente pone a otros a pelear por ellos. Para eso armaron esos mamotretos que son en parte culpables de la quiebra de Venezuela: Unasur, Alba, Petrocaribe y bodrios chupadólares como esos. Para eso los armaron. Para que defendieran los desmanes de Chávez, pero el hombre decidió irse al infinito. Así que ahora esa estructura de defensa propagandística y diplomática es heredada por Maduro, el hijo postizo del comandante muerto.
Ahora le metieron mano también a MERCOSUR, cuyos miembros bastante hambreados, salvo Brasil, necesitan petróleo y dólares; aunque el gigante del Sur mantiene muchos negocios con Venezuela, está ocurriendo que tampoco cobran las empresas privadas o del Estado que hacen negocios con los maulas hijos de Castro. Un desmadre total, pero funciona. Por algo Maduro manda para el carrizo a la OEA, insulta a Insulza, otro mantenido inútil, y declara abiertamente que no permitirá ni debates abiertos ni visitas de comisiones. Todo es injerencia, salvo que los Castro declaren sobre el país y se orinen sobre la Constitución nacional manejando a los militares y a muchas oficinas públicas. El país, Venezuela, ya no es ni país ni es Venezuela. Es la sucursal, la colonia, de Cuba desde hace rato.
Y es que una nación malandra como Cuba, que maneja a Venezuela a su imagen y semejanza, no podía permitir que la OEA o la ONU o cualquier país de los serios meta la nariz en los asuntos de los criminales del Caribe y su robadera de plata en conjunto con el chavismo delincuente que queda. Por eso pelean con todo el mundo. El ataque y el insulto es su mejor defensa por eso abandonan organismos vigilantes de Derechos Humanos. Por eso, apenas puedan, dejarán que los Castro se muden y despachen desde Miraflores directamente. Por eso rompen relaciones a cada rato con países hermanos que apenas abren la boca pidiendo justicia o cuidado de la democracia se convierten en sus enemigos automáticos.
Es larga la lista de incidentes en los que el chavismo, en tiempos del comandante fallecido, estuvo involucrado. Igualmente después de la muerte del líder intergaláctico. Congelamientos y reducciones de representación con Estados Unidos. México, Paraguay, España, Chile, Panamá, Colombia, Israel. Lo peor es que después que Chávez conseguía normalizar la situación y pasaba el trago amargo, pues se iba en halagos contra el país que hasta hace poco atacaba e insultaba. El ejemplo típico fue con Uribe y los posteriores amores desenfrenados con Juan Manuel Santos. Del odio más cerrado al amor más entregado en cosa de días.
Así que en esta materia no se le puede creer nada al chavismo. Es pura pantalla y como el mundo no se mete en los asuntos de Venezuela, pues a cargar la múcura solitos. Venezuela tendrá si dictador para rato y bien custodiado desde afuera.
elidesr@gmail.com / Twitter: @ejrl
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