June 11, 2014 | Posted in: POLITICA
La salida del aire del programa de Luis Chataing confirma lo que todo el mundo en Venezuela sabe, incluso los propios oficialistas, y no es más que en el país poco a poco los hermanitos criminales del Caribe, Raúl y Fidel Castro, instauraron una dictadura. Un régimen autoritario y dictatorial con todas las de la ley. El hecho de poder escribir esto y publicarlo en las redes no es un desmentido a la anterior afirmación. Es sencillamente el estilo de estas nuevas dictaduras. Te dejarán ejercer la Libertad de Expresión hasta que dicen ya no más. En el caso de Luis dijeron eso: ya no más.
Veamos las consecuencias directas de vivir en esta dictadura que quiere ser como la cubana, pero que por razones históricas y de evidentes diferencias económicas y territoriales no llega a tanto, pero en la práctica es lo mismo. El dictador venezolano no es uno. Se dice mejor los dictadores venezolanos, pues hay que recordar que Venezuela es manejada por un clan, un grupito. Formalmente hay un presidente, pero no tiene fuerza ni carisma. Para reforzarlo y mantenerlo en el poder están los demás del clan y, claro está, los militares que están representados perfectamente en la cúpula del clan. Este clan administra las libertades. Administra la justicia. Administra la vida de todos. Y lo hace con severidad. Justo cuando quiere manda a parar. Justo cuando llega al límite de su resistencia democrática aplica el alicate. Y esa es la diferencia con Cuba. En la isla de los criminales Castro no hay liga que estire. Sencillamente es un alicate apretado todo el tiempo. El fusil armado hasta para dormir. El terror gana y los cubanos terminaron esclavizados. En Venezuela el clan administra una liga. Deja que se estire y eso da una apariencia de democracia que no existe en la realidad. Por eso hay apariencia de que hay democracia. Por ejemplo, en materia de Libertad de Expresión, es cierto que usted podrá expresar sus ideas y opiniones, pero cuando van en contra del comunismo del gobierno, del clan, usted puede recibir el frenazo en cualquier momento. Y ese frenazo va desde el cierre de un canal completo pasando por presionar a un medio para sacar a una figura, como es el caso de Luis Chataing, o demandado hasta quebrar al diario o a la radio. Son implacables. Tarde o temprano lo harán.
Pero esto no solo ocurre en el ámbito del periodismo o de los comunicadores en general. En todos los sectores de la vida nacional. Si es empresario y se le va la mano en eso de denunciar y reclamar posiblemente termine multado y multado hasta que ya no pueda más. Si usted es agricultor podría terminar confiscado con siembra y todo. Si usted es productor del campo podrá terminar expropiado con vacas y todo. O banquero o abogado. Lo que sea está bajo el control del clan. El clan comunista manda y punto. El clan dice que está en el poder porque ganó un montón de elecciones, pero no ejerce el poder democráticamente. Lo ejerce a la cubana con la liga un poquito más estirada. Pero al final el resultado será el mismo: exilio, invasión, quiebra o prisión.
Los políticos la han llevado duro en los últimos meses. Mucho más que cuando estaba vivo el comandante muerto. Veamos los casos en que la liga dejó de estirarse y el clan cortó con todo. Y usa su propio Poder Judicial. María Corina Machado, Leopoldo López, Enzo Scarano, Daniel Ceballos, su esposa la alcaldesa de San Cristóbal recién electa. Todos ellos están ahora bajo el régimen cubano y dejaron de estar en el que la gente dice que es democrático. Es cosa de hasta dónde el gobierno deja estirar la liga. Pero no lo duden. En Venezuela hay una dictadura.
Una verdadera dictadura.
elidesr@gmail.com / Twitter: @ejrl
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