May 14, 2014 | Posted in: ECONOMIA
El fracaso es total. Ya lo decíamos en el blog anterior. Usted puede dedicarse a buscar algún logro destacable del gobiernito de los Castro en Venezuela y también fracasará. Algunos números, a decir verdad, ayudan al gobierno a venderse como un reivindicador de las clases sociales más pobres y que con sus misiones logró reducir la pobreza y mejorar los índices de desigualdad. Eso es cierto, pero hasta ahí. La propaganda tiene un límite y ese límite lo da la realidad.
El deterioro de los números del país y especialmente de la microeconomía es tan bestial que ya se destruyeron esos logros que solamente son vendibles como tal en la medida en que se convierten en algo sustentable. Y en el caso de la pobreza y la igualdad ahora es cuando hay pobres en Venezuela, aunque en materia de desigualdad efectivamente se ha cerrado la brecha, pero hacia abajo. Ahora casi todo el mundo es pobre, salvo la elite del clan comunista que gobierna a nombre de los cubanos.
De resto el panorama es realmente desolador. Ningún sector está plenamente operativo. Ningún sector funciona medianamente bien. Sector salud, por ejemplo. La red de hospitales y ambulatorios que dependen del gobierno central son un verdadero desastre. No hay médicos suficientes, pagan salarios de hambre, no hay recursos para mantener una dotación de medicamentos y otros insumos más o menos decente. Camas insuficientes y hasta suciedad dentro de las instalaciones sin mencionar la inseguridad muchas veces reportada por el personal médico. Además, en 15 años de atracos a al erario público, estos revolucionarios de pacotilla no se han propuesto construir nuevos hospitales. Son los mismos que encontraron. Con el cuento de los cubanos, los CDI y todo el mito de la medicina cubana se robaron los reales y destruyeron loo poco que había.
El sector automotriz es otra muestra del éxito del gobierno cubano en Venezuela. Tal y como hicieron en la isla, destruyeron al sector privado, con sus políticas de terror hicieron huir al capital extranjero y provocaron el desmontaje de plantas ensambladoras y redes de comercialización. Eso es comunismo. Acabar con todo. Decía Chávez hace muchos años que convertiría e Venezuela en una potencia mundial. Lo hizo, pero al revés. No hay una planta de producción de vehículos nacional. Todo depende del saber hacer extranjero y de la importación de autopartes. Al romper la cadena por falta de divisas, pues sobreviene la quiebra. Y eso es lo que ocurre. Así que si vive en Venezuela, cuide su carrito.
Otro aspecto terrorífico de la capacidad destructiva del chavismo se encuentra y se sufre en el área de servicios públicos. No hay agua potable suficiente para los 30 millones de habitantes del país. No hay agua para los más pobres. No hay agua potable en barrios y cerros empobrecidos. Como en Africa. Tobos y agua de lluvia. En época de verano, de sequía, las represas no alcanzan. Todas construidas en otras épocas. Los cubanos usurpadores no han construido ni una sola represa. Y si viene la temporada de lluvias se derrumba medio país. Tercermundismo puro y simple.
Todavía queda cuento qué contar. Es lo que hay.
elidesr@gmail.com / Twitter: @ejrl
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