Venezuela. El país de la muerte violenta
June 8, 2014 | Posted in INSEGURIDAD | By
Mucha revolución. Mucho Maduro hablando paja. Mucho Diosdado Cabello amenazando a todo el mundo. Mucho Ramírez buscando dólares por todo el mundo para medio taparear la quiebra. Mucho Jorge Rodríguez burlándose de los venezolanos; pero la verdad es que esta revolución de pacotilla que adelantan los hermanitos criminales del Caribe, Raúl y Fidel Castro, lo que produce es ruina y muerte.
Por ejemplo, veamos estos dos párrafos sobre el último informe del Observatorio Venezolano de Violencia: El año 2013 cerró con un estimado de 24 mil 763 muertes violentas, lo que se traduce en una tasa de 79 fallecidos por cada cien mil habitantes. La organización, que hace seguimiento mensual a los hechos delictivos, advierte un incremento en los casos de resistencia a la autoridad.
Un total de 12 por ciento de la mortalidad general en Venezuela se producen por hechos violentos, de acuerdo con el informe.
Caracas, la capital, tiene un promedio de 50 muertes violentas durante los fines de semana solamente. Mientras el gobiernito castrocomunista ha lanzando 24 planes nacionales de seguridad, cada uno peor que el anterior. De fracaso en fracaso. Varias embajadas tienen avisos de alerta de sus países en cuando a advertir a sus ciudadanos sobre los peligros de visitar Venezuela, a pesar de los grandiosos planes turísticos del ministro Andrés Izarra. La muerte anda por ahí a la vuelta de la esquina en toda Venezuela. Pero ¿cómo se construye una cifra tan alta? Sencillo: de a poquito. Todos los días. A punta de impunidad y aprovechando la incapacidad del gobierno socialista de los Castro. Tomamos varios hechos al azar reseñados en eluniversal.com en apenas tres días. Así se construye en país-cementerio. Veamos un poquito de historia:
UNA BANDA. El líder de la banda delictiva de “El Morroco”, ultimado el pasado 4 de junio en el sector Los Alpes de Los Teques durante un operativo de rescate de una familia secuestrada, había usurpado la identidad de un tío según pudieron comprobar efectivos del Cicpc.
UN PARQUE DE TERROR. Cualquiera podría pensar que para ser víctima de la inseguridad en Caracas solo hay que salir a las calles, pero quizá muchos ni se imaginarían que una simple caminata matutina podría ubicarlos en la mira de rateros que interrumpen la rutina deportiva de los corredores que han hecho del parque Generalísimo Francisco de Miranda el espacio predilecto para ejercitarse.
UNA CUÑADA. De una puñalada en la espalda Marimar Mendoza (22) fue asesinada a manos de su cuñada, luego de una discusión sostenida en una vivienda de la parte alta del sector San Miguel de Petare.
CERCA DE DONDE ESTÁ EL COMANDANTE MUERTO. A cinco casas del Museo Histórico Militar, también conocido como Cuartel de la Montaña, fue asesinado Eddie Alexander Aponte (31). Su padre, Eddie Robert Aponte, relató que fue a visitar a su abuela que vive a pocos metros del referido centro. Una vez que salió de la vivienda, el miércoles a las 6:00 p.m. prendió su moto y a dos cuadras de haber avanzado para trasladarse a su casa, dos sujetos en una moto le dieron tres disparos. La víctima cayó sobre el vehículo y sus manos quedaron en el manubrio.
SINDICALISTA. Un delegado sindical fue asesinado ayer en la mañana frente a su residencia, ubicada en la Av. San Martín de Caracas. La víctima fue identificada como Luis Alexander Villalobos (33). Según su esposa, Dayana Ramírez, la víctima que era albañil y estaba afiliado al Sindicato Nacional Venezolano de la Industria de la Construcción (Sovica), se encontraba hablando con unos vecinos por un problema de aguas negras que tenía el edificio. En ese momento, llegaron dos sujetos en una moto. Ambos estaban vestidos de negro y portaban cascos integrales. Uno de ellos se bajó y le propinó 16 tiros. Posteriormente, se dieron a la fuga.
FRENTE A SU CASA. Mientras se encontraba frente a su casa Oscar Contreras (22) recibió al menos tres disparos por parte de sujetos desconocidos, mientras que su sobrino de 15 años quien le acompañaba, fue impactado por dos tiros en la cara y la pierna. El hecho ocurrió anoche aproximadamente a las 8:00 p.m. en el barrio San Blas, sector Bolivariano, de Petare. Contreras falleció en el lugar del suceso mientras el adolescente fue trasladado hasta el hospital Domingo Luciani, donde se encuentra en delicado estado de salud.
EN MOTO. Un motorizado fue asesinado en la Autopista Francisco Fajardo, frente a la torre Este de Parque Central. Se conoció de manera extraoficial, que el hecho se registró a las 1:00p.m. La víctima se desplazaba en su vehículo Empire de colores rojo y negro por la referida arteria vial. Al parecer otro motorizado le disparó y se dio a la fuga. La víctima no portaba documentos de identidad.
A UNA NIÑA. Funcionarios de la policía científica identificaron a los presuntos responsables del homicidio de una niña de 12 años, quien recibió un disparo el domingo pasado en el sector Nueva Cúa del municipio Urdaneta del estado Miranda. Idelgar Cabrera, apodado “Alejandrito” y otro sujeto conocido con el remoquete de “El Adelcis”, son los que presuntamente dispararon contra otro grupo de antisociales, cuando la niña caminaba por la zona. Efectivos del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas, refuerzan recorridos por al menos 30 sectores de la jurisdicción tuyera para capturar a los implicados.
La sociedad civil de Nueva Esparta convocó para este sábado a una marcha contra la inseguridad, en la que recorrerá desde la plaza Bolívar ubicada en el centro de Porlamar hasta la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), pasando por las comerciales avenidas Santiago Mariño y 4 de Mayo, para entregar un documento a las autoridades llamando la atención sobre la delicada situación que se registra en la región. Hasta 11 muertes violentas se han registrado en un fin de semana en la isla.
Así se llega a 25 mil muertes violentas en un año. De a poquito. Todos los días.
elidesr@gmail.com / Twitter: @ejrl
Sala de espera al rojo vivo
April 6, 2014 | Posted in INSEGURIDAD | By
Típica conversación de espera en consultorio, en las largas horas que deben pasar los venezolanos por un turno al bate con el médico. Antes la habladita giraba sobre las mismas enfermedades, los deportes, la moda, la última travesura del hijo, los carros. Tonterías para pasar el tiempo. Vino otra época que todavía anda por ahí en la que nadie hablaba. Todo el mundo con la cabeza entre las piernas, riéndose solo o bravo; pero siempre solo. Nadie habla entre sí. Es como una competencia de silencio. Y nadie se atreve a hablar porque sencillamente nadie la parará ni un átomo. Es la época del celular inteligente y de la tableta. Twitter o Facebook. Chateo parejo o internet. Yo con yo.
No obstante, en Venezuela al menos se entra en un ciclo diferente. La gente comienza a hablar unos con otros. Los temas son de novela policial y angustia ciudadana. Veamos qué ocurre en una sala de espera. Día jueves. Clínica famosa de Caracas. Hora 9 de la mañana, el inicio de una jornada que alcanzó seis horas. Un viaje Caracas-Nueva York. Arranca la muchacha de la franela verde, simpática y conversadora. Le habla a todos.
-El domingo pasado secuestraron a mi novio. Me dejó en mi apartamento en El Cafetal y a dos cuadras del edificio dos motorizados lo abordaron pistola en mano, sin pararle al resto de los carros. Una tercera moto apareció, se bajó el de atrás y movió a Carlucho hacia el asiento del copiloto, mientras otro parrillero se subió detrás y le puso la pistola en la cabeza. Siete horas de ruleteo y un “aguante” en Guatire hasta que su familia pudo pagar el rescate el lunes. Estuvo tranquilo en una casa común y corriente viendo televisión. Es un negocio organizado y con policías de por medio. El escuchó cómo hablaban y qué decían, Eran policías sin duda.
Todos: ¡Hooooooooo! ¡Así estamos!
Le toca el turno a la señora de lentes grandes, pelo pintado al estilo Marilyn, nerviosa y voz grave:
-A mi me atracaron en la cola de la Casanova, frente al Centro Comercial El Recreo. El tipo que vende películas golpeó el vidrio de la ventana varias vences con una pistola. Yo no sé si era de juguete o de verdad. Me asusté. Me dijo: el celular o te vuelo los sesos. Pues le di el teléfono, la cartera, un lapicero y si pide el peluche que cargaba en el asiento del copiloto se lo entrego también. Había un Policía Nacional a menos de 15 metros, pero estaba mandando mensajitos por su teléfono vergatario.
Todos: ¿Hooooooooo! ¡Así vivimos!
Habla ahora el ingeniero. Cada vez que lo llamaban al celular era para dar cálculos de costos de una construcción y asuntos relacionados. Hablada bajito, pero se escuchaba.
-Soy ingeniero y vivo en Bogotá. Me fui lleno de pánico. Allá montamos una constructora y trabajamos tranquilos. Venimos a Caracas de vez en cuando a visitar la familia que queda y a visitar nuestros médicos de confianza. A nosotros nos tocaron el timbre del apartamento. Me asomé por el visor de seguridad y era mi vecino. Abrí y lo tenían dominado con una pistola en la espalda. Total que nos secuestraron junto a mi esposa en el apartamento y se llevaron hasta la harina para las arepas. Al día siguiente comencé las gestiones para huir de este infierno chavista. Mis hijos se fueron a estudiar hace cuatro años y no volverán. Así que la familia explotó. No queda nada aquí
Y así hasta que se completó la ronda. Todos los pacientes habían sido víctimas del hampa. Por eso el tema de conversación cambió. Ahora también se maldice al gobierno. Y en voz alta.
Escucha, Maduro. En voz alta.
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