Y como lo anunció Maduro directamente al frente de la economía nacional, hace un mes fue lanzado el plan de rescate económico con bombos y platillos en una memorable cadena nacional de radio y televisión. Objetivo final, más allá de palabras y gráficos, derrotar al imperio y neutralizar las sanciones que realmente son para funcionarios y no para el país. Pero ellos son así, lo venden como un ataque del capitalismo contra las finanzas de la nación, cuando en realidad es para frenar a los líderes del desastre. Pero, la consigna es pa’lante, incluso con las mentiras. 

 

El mega plan de rescate de la economía venezolana, una de las más arruinadas del mundo, se traduce en más o menos esto: 

 

Nota de prensa de Forbes de México. Maduro recordó que debido al aumento salarial que él mismo decretó este mes y que multiplicó por 35 el ingreso mínimo legal -ubicado ahora en 30 dólares mensuales- las utilidades a final de año serán “sustanciosas”. “Pero yo no quiero que se los gasten todo, lo que quiero es un plan de ahorro, seguro, estable, y yo tengo un plan que voy a empezar a activar y a lanzar desde esta semana”, agregó. Y anunció también la creación de un ministerio de Comercio Interior, que se sumará al Ejecutivo, y de una vicepresidencia económica dentro del gobernante Partido Socialista Unido (PSUV). 

 

Asimismo señaló que próximamente su gobierno implementará un nuevo sistema para vender la gasolina a precios internacionales en los estados fronterizos como medida para contrarrestar el contrabando de combustible subsidiado a Colombia. El mandatario afirmó que durante la semana se conocerían los detalles del nuevo sistema, para el que se desplegará a ocho mil jóvenes para controlar los otros tantos surtidores que hay en las 1 mil 600 gasolineras del país. 

 

“El día que inicie el nuevo sistema con carnet de la patria y los controles posteriores de subsidio directo en la frontera colombo-venezolana, ese día será un día feliz para Venezuela, porque ese día se acabará el contrabando de gasolina para siempre”, recalcó. Venezuela vende la gasolina más barata del mundo, con un precio que es inferior a un centavo de bolívar soberano por litro. 

 

La nota no incluyó algunos aspectos como la fijación de un salario mínimo de 1.800 bolívares soberanos, sustituto del bolívar tísico, toda una bomba mata empresas, aunque mientras tanto está subsidiado por la revolución. Pero, sobre este aspecto no les quepa la menor duda de que Maduro, también en cadena nacional, dirá que como la revolución siempre está pendiente del pueblo el subsidio será extendido por al menos tres meses más. Ustedes se imaginan a Maduro a pocos días de unas elecciones y en diciembre anunciando que se acaba la mantequilla de los 1.800 regalados. Eso seguirá. Total se trata de plata que no vale nada. Y que, un mes después, vale menos. Eso está claro. 

 

Tampoco reseñaron la magistral voltereta en el sistema de control de cambio que supuestamente permitirá libre convertibilidad, pero que en la vida real no pasa de ser un cuento de camino. Nada de eso. Nadie ha podido comprar ni una piastra en los bancos y menos en las casas de cambio. Vender sí, claro. Esa es la idea. Vender por debajo del paralelo, según los parámetros del Dicom y seguir generando ganancias cambiarias para el pelotón revolucionario. Lo otro es más de lo mismo. Controles de precio, de cambio, de vidas, de todo. Presos, detenidos, perseguidos, mercados bajo amenazas. Y colas, muchas colas. Hambre y desolación. 

 

Va un mes. Jorge Rodríguez dijo en días pasados que será en diciembre cuando se note el éxito total del nuevo plan económico. Pues, como va la cosa, será para celebrar por varios días, incluyendo las fiestas de diciembre. Vaya comprando cotufas. 

 

Y, claro está, cohetes y espirituosas. Celebrar en grande.

 

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