El Universal. Así son las cosas  

July 5, 2014 | Posted in CRONICA | By

 

El Universal, 105 años informando a los venezolanos

El Universal, 105 años informando a los venezolanos

Vamos a tomar esta famosa frase del muy recordado Oscar Yanes para expresar en este espacio lo que honestamente pensamos sobre la situación que atraviesa El Universal a propósito de la operación de cambio de composición accionaria, que se traduce en una compra-venta, que traspasa a la empresa española Epalisticia las acciones de la familia Mata en el centenario rotativo. Es decir, cambio de propietarios.

Y lo haremos en este espacio, en el mismo El Universal (publicado originalmente en eluniversal.com), donde desde hace años hemos expresado nuestras opiniones con total libertad, siempre con franqueza y apegado a lo que pensamos. (Cosa que seguirá siendo así, es el compromiso).  Eso se traduce en libertad de pensamiento y libertad de expresión. Puede que nos equivoquemos en lo que decimos. Cuando eso ocurre ofrecemos disculpas, pero tengan la seguridad de que nunca lo hemos hecho con intención de manipular o expresar algo distinto a lo que concebimos. Y este es el caso justamente.

Primero que nada vamos a puntualizar que al enterarnos de la operación en días pasados y mantener nuestra primera conversación oficial con el nuevo presidente de El Universal, ingeniero Jesús Abreu Anselmi, hablamos muy claro sobre cómo operamos y cómo esperamos operar. Nos piden que nos quedemos en la jefatura de Redacción del diario y para que eso sea posible es necesario hablar muy claro, pues los elementos que rodean los tiempos previos a esta operación no son buenos. Abreu Anselmi, representante plenipotenciario en Venezuela de Epalisticia, se compromete personalmente y públicamente ante la gerencia, periodistas y trabajadores de El Universal a lo siguiente. Así lo dijo:

1)  Respetar la línea editorial del diario, la cual no sufrirá cambios (Sobre esto pensamos que todo propietario, todo editor, tiene el pleno derecho a marcar con sus ideas y sus visiones el carácter del medio que controla. Entonces sobre esto esperamos orientaciones de forma, de nuevas secciones, nuevos cuerpos, cambios de diseño, formas de titular, presentaciones, etc. Pero nunca la manipulación que afecte el trabajo de los periodistas con la verdad, con sus materiales e informaciones y especialmente con los lectores, quienes son al final los más afectados).

2)  Respetar el ejercicio de la libertad de pensamiento y expresión de periodistas, colaboradores y en general de quienes sean objeto de tratamiento periodístico o de opinión en el diario o cualquiera de sus plataformas digitales; claro está que dentro de los lineamientos que definen el manual de estilo de El Universal y el marco legal que rige la materia en el país. (Sobre esto pensamos que el diario y sus plataformas están abiertos a todas las corrientes del pensamiento desde hace 105 años. No desde ahora. Y así se ha hecho. Si algún sector se autoexcluye por razones políticas es su derecho, pero, como ya dijimos el perjudicado es el lector, el ciudadano. En algo estamos claros todos los periodistas que trabajamos en El Universal. Profesionales de experiencia, capaces, conocedores de su oficio, críticos, serios, curiosos, punzantes y más, es en que hechos como los ocurridos en Globovisión o en la Cadena Capriles, verdaderamente indignos de quien los ejecuta y violatorios de los derechos más fundamentales del hombre al servicio de una empresa y de una sociedad, no serán aceptados bajo ninguna circunstancia. Y esto no es una advertencia. No es la intención. Ni creemos que ocurran. Es la agresión total y definitiva a una relación que pretende ser clara, transparente, seria, honesta. Es lo que esperamos todos. Lo contrario, sin ánimos de generar malos entendidos, sería la debacle).

3)   Respeto a la estabilidad de los periodistas y de todo el personal del diario. (Sobre esto pensamos que toda empresa tiene pleno derecho a tener en sus nóminas al personal que considere adecuado para sus fines. En cantidad y calidad. Es su derecho. Pero cortes de personal en momentos en que es necesario generar confianza no es la vía indicada y menos si los mismos se ejecutan con intencionalidad más allá de la sana lógica y que más bien tienden a ser golpes de carácter político o de intereses externos).

4)   Mantener una relación laboral que garantice un excelente clima laboral. Esto implica cumplir con las contrataciones colectivas y las normativas internas sobre tratamiento a las personas y a favor de las mejores relaciones. (Sobre esto pensamos que si esta vía no se cumple como debe ser, como en todo, la ley de causa y efecto llevará el rumbo. Incumplimientos llevan a conflictos. Nada bueno para el clima y para la etapa que comienza El Universal).

5)  Mantener la relación transparente y franca con la gerencia de la Redacción y todas las demás gerencias. (Sobre esto pensamos que la clave está en que no puede haber manipulación ni mentiras. La expresión editorial responde a la correcta relación entre editores y periodistas. Toda la relación con la familia Mata se basó en este principio. Claridad y honestidad en cuanto a los fines de la línea editorial y cualquier acción por ejecutar. El único momento de quiebre que tuvo esta forma de conducirse fue justamente desde que comenzó la negociación de venta, vaya usted a saber cuándo, que en función de las clausulas de confidencialidad nos colocó en una posición de ignorancia que en muchas instancias nos hizo negar la operación en ejecución. Jurídicamente lo entiendo, pero después de casi 20 años de relación no entiendo la falta de confianza en que uno pudiera guardar una confidencia de ese tamaño).

Básicamente estos cinco puntos son el compromiso público del ingeniero Jesús Abreu Anselmi, los cuales resumo y además les agrego lo que pienso. El fiel respeto a esta especie de trato moral, ético y profesional hará que las cosas funcionen, el diario vuelva al camino del crecimiento y se garantice la calidad y cantidad de información. De lo contrario, sin ánimo de enervar, las cosas no funcionarán y todo terminará mal.

Sobre los casos de Globovisión y la Cadena Capriles, ciertamente afectan esta nueva etapa de El Universal. La manera en que han violado las más elementales normas de tratamiento de personal y los principios básicos de la libertad de expresión, no dejaban lugar sino a las respuestas que se dieron. Se nos dice, especialmente en las redes sociales, que en El Universal pasará lo mismo y que debemos protestar y renunciar en masa desde ya. Eso no ocurrirá. Aunque parezcamos ingenuos y poco observadores de la historia reciente, no pondremos en riesgo una institución centenaria y menos los empleos de casi 900 personas directas y más de 10.000 indirectas. Confiamos, estamos dando espacio a una relación abierta y unos compromisos básicos. Lo que ocurra en el tiempo dará comentarios que pueden ir, como mucha gente cree, desde el “se los dijimos” o hasta “Eso estaba cantado. Detrás están los capitales chavistas. No tienen vida”. Ya veremos.

Honestamente creemos que hay que darle un chance al compromiso y al voto de confianza. Hay que proceder profesionalmente y con mucha seriedad. La polarización también mata antes de comenzar.

Ocurrirá lo que tenga que ocurrir, siempre bajo el mandato de la ética y el mayor apego y respeto a una profesión digna y comprometida como el periodismo. Créanlo. Por lo pronto, y a pesar del peso de la historia reciente, iremos adelante.

Así son las cosas.

Twitter: @ejrl

 

 

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